Nuestra provincia de Misiones, tiene un clima subtropical sin estación seca, con veranos calurosos y húmedos e inviernos templados, con mucha precipitaciones durante casi todo el año, convirtiéndose en la segunda región argentina mas lluviosa del país; llegando a registrarse unos 2000 mm de agua anuales. El agua de lluvia, es destilada o sea no contiene ningún agregado, puede ser un poco más acida debido a su interacción con el dióxido de carbono del aire, pero puede ser utilizada para beberla o en usos domésticos.
Su utilización sería muy valiosa si la pudiéramos aprovechar, por eso es importante el aporte de proyectos para la implementación de políticas públicas en esta materia.
La utilización de diferentes métodos de recolección de agua de lluvia en algunos países ha funcionado como método alternativo para varios usos, que va desdeo el riego de pequeñas plantaciones y hasta su uso doméstico.
En varios países de Europa como de Asia, son utilizados de varias maneras, y desde ya hace un tiempo. La recolección del agua pluvial es común para la utilización de edificios, hoteles, procesos industriales, riego y recargas de reservorios de agua.
Pero la captación pluvial no es fácil, existen varias técnicas que se vienen perfeccionando a través del tiempo se utilizan sistemas de captación consistente en conjuntos de cañerías o canaletas por donde se conduce el agua hacia reservorios pero no antes de ser filtradas. Generalmente los reservorios se encuentran por debajo de la superficie terrestre y son de materiales impermeables, resistentes, y deben ser capaces de mantener una temperatura que permita su conservación.
Estos reservorios deben estar cubiertos para evitar el contacto con el polvo, los insectos como asi también la luz solar. Su entrada y salida también cuentan con filtros a fin de evitar su contaminación y su extracción para su utilización se realiza a través de bombas que facilitan el trabajo.
Como sabemos el agua es un bien necesario para toda la humanidad, como así también para la reserva de toda la naturaleza, por eso hay que cuidarla, no derrocharla y saber aprovecharla.
Como visión particular y como profesional de las Políticas Públicas sugiero apoyar a la creación de programas para la utilización de las aguas pluviales en los campos para su utilización en los riegos y bebederos de animales, en los pueblos donde aún el agua corriente no llega a los lugares más remotos, a los municipios para el aprovechamiento de industrias, criaderos, frigoríficos y organismos tales como el cuerpo de bomberos. Quizás a través del estado se podría conseguir los elementos materiales para sus contrucciones y capacitación para su utilización.
De esta manera todos podemos contribuir con la naturaleza y aprender a conservarla, es un bien para todos y una preservación para el futuro.

LIC. MARIA ELENA ZANABRIA
ASOC. CIVIL. POL. PUB. Y DES. LOCAL