El número mundial de vehículos eléctricos aún puede aumentar un 36% anual

La preocupación por el cambio climático y la contaminación urbana están llevando a gobiernos y consumidores a hacer una rápida transición hacia los vehículos eléctricos. Los precios de las baterías han descendido, y los automóviles eléctricos son cada vez más competitivos frente a los vehículos estándar a gasolina. Antes de la pandemia de Covid-19, tanto las ventas mundiales como las nuevas matriculaciones de vehículos eléctricos habían comenzado a aumentar exponencialmente, en una tendencia liderada por Estados Unidos, China y Europa.

Pese a que esta transición puede verse dificultada por la inminente recesión, el número mundial de vehículos eléctricos aún puede aumentar un 36% anual hasta alcanzar más de treinta veces los niveles actuales para 2030. Este cambio radical no solo transformaría el transporte en toda América Latina y el Caribe, sino que además reduciría las emisiones de dióxido de carbono y la contaminación atmosférica en pos de un medio ambiente más limpio.

Esta transición, tal como se ha señalado en la publicación insignia Desarrollo en las Américas (DIA) 2020, depende esencialmente de las medidas gubernamentales, en particular, de cómo las normativas afecten el precio de la electricidad según la hora del día. Uno de los aspectos más importantes, pero a menudo ignorado, es la necesidad de introducir incentivos que garanticen que la demanda de energía eléctrica se distribuya de manera más uniforme en lugar de que aumente por la noche cuando las personas regresan a sus hogares, utilizan aparatos eléctricos y tal vez desean cargar sus vehículos.

Lecciones para América Latina y el Caribe

Los vehículos eléctricos tienen potencial para reducir las emisiones de carbono y de otros contaminantes en América Latina y el Caribe. Un transporte libre de emisiones, particularmente en las ciudades, puede ayudar a reducir la mortalidad y la morbilidad relacionadas con varias enfermedades, incluyendo la Covid-19. Para fomentar la adopción de los vehículos eléctricos se requiere, entre otras iniciativas, de inversión en la infraestructura de recarga como se ha señalado en la reciente publicación insignia del BID.

Aunque los hogares de toda la región apenas están empezando a adoptar el uso de vehículos eléctricos, varias iniciativas, como el apoyo del BID a las estrategias de electromovilidad y autobuses eléctricos, tienen como objetivo la electrificación del transporte público. La recarga eficiente también puede potenciar los beneficios de los autobuses y taxis eléctricos.

Sin embargo, debido a su uso constante, estos requerirían recargarse con mayor frecuencia, poniendo de relieve algunos de los retos que plantea el diseño de tarifas eficientes para dichos vehículos. Las estrategias y políticas para impulsar el uso de vehículos eléctricos también pueden formar parte de los esfuerzos de la región para recuperarse de la pandemia actual. Todo esto, junto con la persistente amenaza del cambio climático, pone de manifiesto la urgencia de la situación, lo que nos lleva a la conclusión de que ha llegado el momento de actuar.

Miguel Castro
Fuente: BID
MAmbiental

© 2020, MisionesAmbiental.  todos los derechos reservados.

Diseño Web . Coco Jara