El objetivo 14 y la depredación en aguas argentinas

Este 8 de junio se celebra el día Internacional de los océanos, basado en el objetivo 14 de Desarrollo Sostenible, que se enfoca en la conservación y utilización en forma sostenible de océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

Los océanos del mundo regulan sistemas que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad. Las precipitaciones, el agua potable, el clima, el tiempo, las costas, gran parte de nuestros alimentos e incluso el oxígeno del aire que respiramos provienen, en última instancia del mar y son regulados por este. Históricamente, los océanos y los mares han sido cauces vitales del comercio y el transporte.

Por ello la gestión responsable de este recurso esencial es una característica clave del futuro sostenible. Sin embargo, en la actualidad, existe un continuo deterioro de las aguas costeras, debido a la contaminación y la acidificación de los océanos, que está teniendo un efecto adverso sobre el funcionamiento de los ecosistemas y la biodiversidad, y que también está afectando negativamente a la pesca de pequeña escala. La ONU señala que las áreas marinas protegidas deben ser administradas de manera efectiva, contar con recursos suficientes y regulaciones que ayuden a reducir la sobrepesca, la contaminación marina y la acidificación de los océanos.

Los océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen el 97 por ciento del agua del planeta y representan el 99 por ciento de la superficie habitable del planeta en volumen. Más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento. A nivel mundial, el valor de mercado de los recursos marinos y costeros, y su industria se estima en $ 3 billones por año o alrededor del 5 por ciento del PIB mundial.

Los océanos contienen casi 200,000 especies identificadas, pero las cifras reales pueden ser de millones. Absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de carbono producido por los humanos, amortiguando los impactos del calentamiento global.

Sin embargo la depredación y los subsidios a la pesca están contribuyendo al rápido agotamiento de muchas especies y están impidiendo los esfuerzos para salvar y restaurar la pesca mundial y los empleos asociados a esta, causando que la pesca oceánica genere US $ 50 mil millones menos por año. Los espacios de mar abierto muestran que los niveles actuales de acidez han aumentado en un 26 por ciento desde el comienzo de la Revolución Industrial. Las aguas costeras se están deteriorando debido a la contaminación y la eutrofización. Sin esfuerzos coordinados, se espera que la eutrofización costera aumente en 20 por ciento de los grandes ecosistemas marinos para el año 2050. Actualmente no existe un instrumento legal efectivo que permita la creación de santuarios y áreas fuera del alcance de las actividades humanas perjudiciales para la biodiversidad en aguas internacionales. Y solo el 3 % de los océanos está protegido.

El tratado de los océanos

La ONU impulso un ambicioso tratado Mundial de los Océanos para proteger el Ártico, la Antártida y crear santuarios en aguas internacionales. A pesar de la necesidad de crear este tipo de áreas en aguas con jurisdicción internacional, gobiernos como los de Estados Unidos, Noruega, Australia, Japón, Canadá, Nueva Zelanda y Ecuador “parecen estar a favor de un tratado diluido que no ofrecería la red de santuarios oceánicos que la ciencia demanda para que la protección sea efectiva”.
Una de las formas señaladas en el tratado, para evitar el cambio climatico es darle a la vida marina la oportunidad de adaptarse, hacer frente a las presiones y recuperarse. Alta biodiversidad y océanos sanos y protegidos proporcionan
un control sobre el plástico. Zonas protegidas con animales y ecosistemas sanos los hace más resilientes frente a estas amenazas. Y la manera más efectiva de lograrlo es mediante la creación de una red de santuarios marinos
completamente protegidos.

La ausencia de gobernanza en aguas internacionales

Con 230 millones de km2, el alta mar es más grande que todos los continentes combinados. En la actualidad, los países del mundo se han comprometido a proteger al menos el 10% de los océanos en una red de áreas marinas protegidas para 2020, pero no estamos cerca de lograr ese objetivo.

Es urgente retomar las negociaciones y reclamar a a los gobiernos en la ONU retomar las negociaciones por el Tratado Global de los Océanos, postergadas por la emergencia sanitaria que enfrenta el mundo ante el Covid-19. Las calles estan vacias, pero el mar lleno de barcos, algunos sin bandera para depredar nuestros recursos. Mas de 400 barcos extranjeros depredan el Mar Argentino, parece ser una historia sin fin la presencia de la pesca ilegal de buques extranjeros en aguas argentinas

En tiempos de Covid, las aguas Argentinas siguieron siendo saqueadas, en sólo dos semanas, tres buques foráneos fueron desactivados: dos fueron capturados y un tercero se entregó después de escapar. Hay que repensar varias cuestiones, una de ellas el Protocolo de Actuación, la falta de regulación de la “Milla 201” y la desactualización de las multas. El daño económico orillaría los USD 1.000 millones por año a existencia de interminables cardúmenes de calamares y otras especies (como merluza y merluza negra) hace que las flotas pesqueras elijan sectores del sur argentino para la pesca.

La delgada línea de la milla 200

El tema de la milla 200 es mas que complicado. A veces en esos lugares, una ola grande puede significar que los pesqueros estén dentro o fuera de la Zona Económica Exclusiva Argentina. La zona económica exclusiva argentina (ZEE), es un área situada más allá y adyacente al mar territorial (este último es de dominio provincial y se extiende desde la costa hasta las 12 millas) que abarca hasta las 200 millas marinas contadas desde la costa. Para realizar operaciones de pesca dentro de la ZEE hoy todos los buques deben enarbolar bandera argentina, contar con permiso y/o autorización de pesca nacional y cuota de captura para los casos de especies sometidas al régimen de cuotificación.

Fuente: Base Comodoro Marambio

Ante la inexistencia de una organización regional de ordenamiento pesquero que regule la actividad de otras flotas en esta zona, el principio general que rige es el de la libertad de pesca para todos los Estados, sean ribereños o sin litoral marítimo.

Los pesqueros ilegales utilizan argucias como, la pesca nocturna generando desde el aire la visión de verdaderas ciudades. “La luz atrae al calamar. Y además por eso suelen pescar dentro de nuestra zona. Es que a veces una milla (alrededor de 2 kilómetros) representa también un brusco cambio de la profundidad debido a la forma del talud continental. En la milla 201 puede haber 4.000 metros y en la 199, apenas 300. Es decir que ingresa más la luz solar y entonces hay más pesca”.
De la milla 201 a la milla 199 puede haber una ola grande de diferencia. La delgada línea que separa a los barcos extranjeros de la legalidad puede verse perfectamente a través de un radar de la misma manera que puede ser burlada. Muchas veces los capitanes de los barcos orientales (los más capturados hasta ahora) ganan tiempo poniendo como pretexto que no entienden la orden de detenerse que se emite desde los barcos de control argentinos. Entonces puede haber disparos y persecuciones.

Es muy común el transbordo de mercadería y de tripulación en alta mar de un barco a otro. Es decir que hay también “embarcaciones de servicio”, que son las que se llevan el producto y traen tripulación nueva”. A estas flotas las beneficia poder hacer puerto en Uruguay, que les queda cerca. Allí bajan mercadería que después sus empresas exportan. Alli también cargan combustibles, las tripulaciones bajan y gastan dinero”. Pero todo es legal porque en el país vecino generalmente no saben si esos barcos violaron alguna ley pescando ilegalmente.

Un poco de historia

En marzo de 2016 se produjo un episodio inusual; el hundimiento del buque Lu Yan Yuan Yu 010 luego de ser peseguido por el Guardacostas Prefecto Derbes, de Prefectura, que lo había sorprendido pescando ilegalmente. El buque intentó escapar y después de las señales sonoras y lumínicas para que se detenga recibió salvas de la nave argentina, y finalmente se hundió.

El principio infractor -pagador.

Un documento de marzo 2020 de Opras ( Organización para los recursos pesqueros del Atlántico Sur) precisa: “hasta 300 buques extranjeros han llegado a pescar entre 500.000 a 1.000.000 Toneladas/año de recursos pesqueros (calamar, merluza, toothfish, abadejo, Hoki, etc) fuera de la jurisdicción nacional, obviamente libres de todo control, regulación ni ordenamiento, con ingreso libre de aranceles a sus mercados y con volúmenes de captura que les permiten volcar productos en el mercado internacional, a los principales destinos de nuestra propia industria, pero con precios fuertemente distorsionados por la incidencia de sus bajos costos operativos y comerciales”.

Otra cuestión es la desactualización de las multas por pesca ilegal. En 1998 la ley 24.922 las fijó en un mínimo de $5 millones y un máximo de $10 millones. Eran 5 y 10 millones de dólares, respectivamente. Hoy, al tipo de cambio “blue”, oscilan entre 36.200 y 72.400 dólares. Incluso al tipo de cambio oficial parece una bicoca. “El infractor arriesga muy poco en relación a lo que se lleva, al margen de que tiene seguro corporativo”.

El 1 de marzo, en su discurso ante la Asamblea Legislativa, el presidente Alberto Fernández, dijo: “Enviaré un proyecto para la modificación del Régimen Federal Pesquero para endurecer las sanciones a los buques que pescan de manera ilegal en los espacios marítimos bajo jurisdicción argentina, lo que incluye a las Islas Malvinas”.

Modificación del Régimen Federal Pesquero. Defender la soberanía es defender la biodiversidad

El proyecto está siendo elaborado desde el área de Pesca, pero involucra a varias reparticiones, desde el Ministerio de Agricultura (de que depende Pesca) hasta Cancillería, Prefectura y la Justicia Federal.

Además de actualizar el valor de la multa, se mantendría la opción de decomiso de mercadería o “compra” por parte del buque extranjero con un cálculo de aforo en base al precio internacional de las especies capturadas y lo más importante incluir dentro de la ley la compensación por los altos costos que implica movilizar buques, aviones, patrulleros e incluso destructores para perseguir buques que pescan ilegalmente en aguas argentinas. Hasta ahora, esa “compensación” es resorte de la Justicia, que actúa según jurisprudencia. En adelante, explicaron, la compensación sería parte de la propia normativa.

22 años sin actualizaciones

La infracción, vale recordarlo, está contemplada en el artículo 51 de la mencionada Ley 24.922. Operar sin permiso dentro de la ZEE conlleva una multa mínima de cinco millones de pesos y una máxima de diez millones de pesos. Ocurre que esto fue estipulado en 1998, cuando todavía regía la convertibilidad; es decir había una paridad cambiaria entre el peso y la moneda norteamericana.

En estos años, las sucesivas devaluaciones del peso transformaron el piso de 5 millones de dólares en 79.365 y el máximo de 10 millones de dólares en 158.730. Desde entonces que no se actualizan. En el sector entienden que es clara la necesidad de intervenir sobre la banda monetaria que castiga la pesca ilegal. De esa manera al menos se podrá contar con una herramienta disuasiva de peso, más allá de que impulsan un ordenamiento de todo lo que sucede en la milla 201 con la presencia de buques extranjeros.

Las aguas abiertas de nuestro planeta solo están protegidas un 3%, pero con el establecimiento en Naciones Unidas de un Tratado Global de los Océanos se podría proteger más del 30% de estas aguas para 2030.
La presión pública es fundamental para que el texto final permita avanzar en la protección de nuestros océanos, que tanto lo necesitan.

Urgen grandes cambios y compromisos.La naturaleza acaba de enviarnos un gran mensaje. Y aquellos mas golpeados justamente son los que en cuarentena siguieron con el saqueo. Dar a la biodiversidad marina un respiro para recuperarse. Es necesario un real acuerdo global y politico.

Lic. Silvia Romero – MAmbiental

© 2020, MisionesAmbiental.  todos los derechos reservados.

Diseño Web . Coco Jara