Héctor Orlando Cabrera tiene 34 años, es oriundo de la comunidad Peruti.
Su familia esta compuesta por 4 hijos, 3 nenas y un varón.
Por el costo de los materiales escolares decidió fabricarle a sus hijos carpetas para el colegio hechas con materiales como tacuapí, Tacuarembó, y güembé pi.
Orlando comenta a MISIONES AMBIENTAL que el tejido es bastante difícil pero por sus hijos y su futuro hace todo lo posible, porque su sueño es que ellos estudien.
Una de las hijas de Orlando está cursando cuarto año y la otra tercer año de la secundaria «yo no tuve la posibilidad de estudiar por qué era muy difícil para mí de no tener para el desayuno, almuerzo o cena tuve que trabajar cuando tenía 9 años y a los 11 años tuve que sacar mí primer raído de 80 kilos por mí espalda» pero quiero para ellos un futuro mejor, dice emocionado Orlando.
Orlando siente un profundo respeto por el monte y la Selva Misionera, «tenemos que cuidar el planeta, tenemos mediante el monte remedio, casa, comida, por eso tratamos de sacar solo lo necesario, y del monte sacamos la sabiduría que nos instruyeron nuestros ancestros» finaliza.
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Silvia Romero
MISIONES AMBIENTAL
