Una de las principales características de la sociedad de la información y la comunicación, es su incesante desarrollo tecnológico.
El aumento de la población mundial, asociado a la tendencia a un consumismo exacerbado, en particular de AEES (Aparatos Eléctricos y Electrónicos), genera una problemática específica, el correcto tratamiento de los residuos electrónicos para su disposición final.
Los RAEES (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) se han vuelto un problema principalmente en los países desarrollados, que ante el recambio tecnológico, se encontraron con volúmenes gigantes de este tipo de desecho.
Una de las formas de solución llegó bajo la temática de comercializar estos equipos obsoletos a bajo precio con los países en desarrollo. Así resulta que éstos últimos se convirtieron en los grandes vertederos de chatarra electrónica.
Muchas organizaciones, ante este tipo de alternativas, realizaron estudios sobre el tema, llegando a la conclusión, de que la mayoría de los RAEES, poseen sustancias altamente peligrosas para el medioambiente y la salud humana.
Estas sustancias, como el plomo, el cadmio y el selenio son altamente contaminantes para el suelo, el agua y el aire, además de producir severas consecuencias físicas a las personas que estén en contacto permanente con ellas.
Uno de los pioneros en buscar soluciones a su creciente problema de RAEES, ha sido la UE (Unión Europea) y sus países miembros, quienes han desarrollado legislación específica para el tratamiento de este tipo de residuos.
Para tratar correctamente los RAEES, debemos incluir el concepto de gestionar, que comprende las actividades que se llevan a cabo para solucionar un problema o concretar un proyecto.
En el caso de la gestión de residuos, el concepto comprende la recogida, transporte y tratamiento de los residuos, incluyendo el monitoreo de estas actividades, además del mantenimiento posterior al cierre de los vertederos o basurales y las actuaciones realizadas por el responsable de los mismos, enmarcándose todo, en los principios de “sostenibilidad ecológica” y “emisión sostenible”.
Estos principios y los tres pilares básicos de la gestión de residuos llamadas “3 R”: Reducir, Reutilizar y Reciclar, aunque ya se desarrollaron “7 R” que fortalecen el sistema, apuntan todas a un tratamiento de residuos, que minimice los impactos negativos para el medioambiente.
Para ello, es necesario mejorar la recolección, creando rutas de recolección efectivas, puntos de recolección y obviamente con la educación del ciudadano en la adecuada eliminación y reducción de residuos.
Los RAEES, son considerados desechos peligrosos como ya se ha mencionado, poseen sustancias contaminantes.
La Convención de Basilea, establece que deben ser tratados según sus contenidos, que se hallan enumerados de acuerdo a la “corriente de desechos” a la que pertenecen.
La Argentina, ratificó este Convenio el 27 de junio de 1991, y una vez alcanzado el número necesario de ratificaciones, entró en vigor el 5 de mayo de 1992.
Actualmente la Argentina no posee legislación específica que regule el tratamiento de RAEES, aunque en el año 2018, el ex diputado Daniel Filmus, presentó nuevamente el proyecto de ley sobre RAEES, basado en conceptos Directiva WEEE o RAEE de la UE, así como en la Responsabilidad Extendida del Productor.
En materia de RAEEs, podemos mencionar tres grandes dimensiones que se presentan como relevantes.
El problema medioambiental que sintetizando serían: enfermedades en los seres humanos relacionadas al contacto con sustancias peligrosas contenidas en los RAEES, contaminación del aire, del agua y de la tierra por contacto con sustancias no biodegradables y altamente nocivas para el medioambiente.
El problema económico, asociado al desperdicio de materia prima recuperable con valor económico y el encarecimiento de recursos escasos, por mayor demanda de los fabricantes de artefactos eléctricos y electrónicos.
Y finalmente el problema social, donde se pueden apreciar dos temas importantes: por un lado la falta de conocimiento del ciudadano del contenido de sustancias peligrosas en los RAEES y del correcto tratamiento que demandan los mismos para su disposición final y por otro la existencia de circuitos informales de recolección que aglutina a trabajadores como chatarreros y cartoneros que se ocupan de la recolección y manipulación de los RAEES, desconociendo la toxicidad de algunos de sus componentes.
Estos dos aspectos conforman uno nuevo y fundamental, que es la falta de una legislación específica que regule la recolección, tratamiento y disposición final de este tipo de residuos.
Es necesario mencionar, que la ausencia de normativa nacional y provincial sobre la REP (responsabilidad extendida al productor) de las empresas que fabrican, comercializan y distribuyen AEES es otra cara del mismo problema.
Se proponen así, algunas sugerencias de acciones conducentes a transformarse en políticas públicas innovadoras en la Provincia de Misiones, en base a acciones realizadas exitosamente en otros países, teniendo en cuenta las características particulares de ésta Provincia y en particular del Municipio de Posadas.
Para comenzar recordar que la REP (Responsabilidad Extendida al Productor) es un principio político que implica alcanzar metas, que demandan la utilización de instrumentos políticos para cumplir los objetivos propuestos.
Estos objetivos podrían dividirse en dos grupos:
(a) Diseñar mejoras en los productos y en los sistemas de los productos, incentivando a los fabricantes para que inviertan y desarrollen Eco-diseños (ED).
(b) Utilizar productos y materiales de calidad a través de la recolección, tratamiento y reutilización o reciclaje de manera ecológica y socialmente conveniente de los RAEES.
En la Argentina, no existen normas que definan a los RAEES, las que están vigentes, definen a los residuos pero no específicamente al tipo referido, igual situación se da en la Provincia de Misiones.
En nuestro país, existen en la actualidad dos establecimientos autorizados para el acopio y valorización de los RAEES, que poseen los permisos para operar y exportar a plantas de tratamiento, recuperación y refinamiento de metales extranjeras, también hay otras empresas en distintos estados de desarrollo en el país.
El proceso de tratamiento de los RAEES, que generalmente es aplicado en las plantas de tratamiento es el siguiente: una vez que la planta de desmontaje y valorización recibe los RAEES, el material es procesado en forma manual, para el desmontaje y la valorización de los componentes.
En el paso posterior al desmontaje los componentes son separados para su valorización según las características siguientes: 1-Plásticos; 2-Metales ferrosos o no ferrosos; 3- Circuitos impresos o integrados.
Los plásticos y los metales de gabinetes, básicamente latón, hierro, acero o aluminio son vendidos en el país, a extrusadoras de plástico o a fundiciones de metal.
Los circuitos impresos o integrados se exportan a refinerías extranjeras.
El acopio de material recuperable para reciclado o uso en nueva materia prima, se hace en recipientes de plástico o metálicos, bolsones o cajas, que se mantienen en pallets en forma segura hasta ser exportada.
La valorización, el procesamiento, el reciclado y la comercialización de los distintos materiales recuperados de los RAEES, que incluye diferentes tipos de plástico como los HIPS (poliestireno de alto impacto), ABS (acrilonitrilo butadieno estireno), el acrílico y PP (polipropileno), vidrios, metales ferrosos (hierro y acero) y metales no ferrosos (cobre, aluminio, níquel, estaño, etc.) generan un doble impacto positivo en Argentina:
• Sustitución de importaciones de materia prima, con igual calidad y menor precio.
• Minimización del volumen de desechos con destino a basurales o rellenos sanitarios.
Es cierto, que no todos los RAEES se pueden procesar en la Argentina, por ello, una parte se exporta al extranjero, cumpliendo con los requisitos establecidos en la Convención de Basilea según las exigencias establecidas sobre el movimiento transfronterizo de desechos especiales.
Las empresas refinadoras del exterior, reciben contenedores de 10 o 20 toneladas con Circuitos Impresos (CI) o chips, memorias y otros materiales ricos en metales base y metales preciosos para ser refinados.
A partir de allí el proceso consiste en:
1-Tratamiento con ácido sulfúrico; 2-Tratamiento en Horno de Arco Plasma; 3-Refinado electrolítico.
Este proceso en las refinadoras lleva entre 30 y 50 días, hasta la obtención de lingotes de metal puro, para su venta.
Como se puede apreciar, la gestión y tratamiento de los RAEES, no es cuestión sencilla y debe estar enmarcada por políticas ambientales que tengan por base un Plan de Gestión Ambiental (PGA).
Según lo define la Oficina Regional de Ciencia para América Latina y el Caribe (RELAC SUR/IDRC) de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), un PGA consiste en “la estructuración de proyectos específicos de medidas de mitigación, monitoreo y control, necesarios para minimizar o evitar los impactos ambientales que puedan derivarse de la ejecución de las obras de una planta de tratamiento”.
Estas medidas deben focalizarse en la prevención y no en la mitigación de efectos indeseados.
Los programas de PGA, abarcan un conjunto de acciones de prevención, control, atenuación, restauración y compensación de impactos negativos, para asegurar el uso sustentable de los recursos naturales involucrados y la protección del medioambiente.
El PGA incluye:
*Medidas correctivas, mitigadoras y/o de control.
- Medidas optimizadoras o potenciadoras de efectos beneficiosos.
*Planes de monitoreo de las variables ambientales más significativas y susceptibles.
*Programa de capacitación del Personal.
El PGA tiene como objetivo, la protección ambiental y social, y sus programas básicamente incluyen la Gestión de Residuos, las contingencias ambientales, la protección de la vegetación y la vida silvestre, los recursos naturales, el suelo y el agua.
El Plan de Contingencia, tiene como fin, planificar un conjunto de acciones ante eventualidades durante la Gestión de RAEES, cuyo objeto es salvaguardar la vida, el ambiente y la actividad socio-económica y cultural.
La inclusión de políticas públicas que regulen los RAEES, enmarcadas en políticas y principios medioambientales, pueden lograr que el Estado, uno de los principales actores de éste escenario, sea protagonista de los cambios y de la toma de conciencia necesarios para garantizar una provincia limpia, verde y sobre todo sustentable.

Lic. Mariela P. A. Báez
Doctorando en Desarrollo Sustentable